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Para el director del coro. Un salmo de David.
Que el señor te responda cuando estés en problemas; que el nombre del Dios de Jacob te proteja.*
Que el Señor te envíe su ayuda desde el santuario, y que te sostenga desde Sión.
Que el Señor recuerde todas tus ofrendas, y que acepte todos los holocaustos que elevaste desde tu altar. Selah.
Que el Señor te conceda todos los deseos de tu corazón. Que haga que todos tus planes prosperen.
Que todos gritemos de alegría por tu victoria, y despleguemos estandartes en nombre de nuestro Dios. Que el Señor responda todas tus peticiones.
Ahora sé que el Señor salvó a aquél que había ungido. Le responderá desde su santo cielo, y salvará a su ungido con su diestra poderosa.
Algunos creen en carruajes y otros en caballos de guerra, pero nosotros confiamos en quien es el Señor.
Ellos se desmoronan y caen, pero nosotros nos levantamos y nos ponemos en pie.
¡Que el Señor salve al rey! ¡Por favor respóndenos cuando clamemos por ayuda!
* 20:1 La palabra “nombre” en el Antiguo Testamento no solo representa a la persona sino su naturaleza y carácter. 20:5 El pueblo se dirige al rey y aclama su victoria, y en celebración de ello erigen estandartes. 20:7 “Quien”: literalmente “nombre”.