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¡El que dispersa* ha venido a atacarte! ¡Cuiden las fortalezas! ¡Vigilen los caminos! ¡Prepárense! ¡Saquen a cada soldado!
(Porque el Señor restaurará el esplendor del pueblo de Jacob, así como restaurará el esplendor de Israel, pues los invasores los han saqueado y han destruido su tierra.)
Los escudos de sus soldados principales están teñidos de rojo; los guerreros visten de escarlata. Sus carruajes brillan como fuego bajo la luz del sol al prepararse para la batalla. Levantan y sacuden sus lanzas con ástiles de madera.§ Los carruajes se precipitarán por las calles, yendo de aquí para allá por las plazas. Tan brillantes como antorchas, corren como relámpagos. Él alza su voz dando órdenes a sus oficiales. Ellos tropiezan mientras se precipitan para atacar la muralla. La embestida está lista. Las puertas de los ríos se abren, y el palacio queda destruido.* “La reina” Nínive queda despojada y es llevada en exilio, con sus siervas que lloran como palomas mientras golpean sus pechos. Nínive es como un estanque lleno de agujeros, y sus habitantes son como agua que se sale del estanque. “¡Deténganse! ¡Deténganse!” grita la gente, pero nadie vuelve su rostro. ¡Tomemos el botín de plata! ¡Tomemos el oro! Hay innumerables cosas para tomar, hay de todo lo que puedas desear. 10 ¡Nínive queda desierta, destruida y desvastada! Los corazones desfallecen, las rodillas tiemblan, hay dolor en los estómagos. Los rostros de todos palidecen.
11 ¿Dónde está el foso de los leones? ¿Cuál es el sitio donde se alimentan los leobnes jóvenes? ¿Dónde está el león, la leona y su cachorro, quienes no temían a nadie? 12 El león despedaza la carne para sus cachorros, y estrangula las presas para su leona. Llena el foso con presas, y su guarida con cadáveres.
13 ¡Anda con cuidado! Porque yo estoy contra ti, declara el Señor Todopoderoso. Prenderé fuego a tus carruajes y se consumirán hasta reducirse a humo. Tus jóvenes fuertes§ morirán a espada. Yo impediré que sigas saqueando a otros pueblos.* No se oirán más las exigencies de tus emisarios.
* 2:1 O “hace pedazos”. 2:2 Literalmente, “ramas de vid”. 2:2 Esta oración se ha puesto entre paréntesis para indicar que no es parte de la descripción del ejército atacante ni de su comandante. § 2:3 La palabra para lanza aquí es la misma que para mencionar su madera, y se debate entre si es pino, criprés o abeto. * 2:6 O “se diluye en su temor”. 2:7 El significado de la palabra usada aquí es incierto y no aparece en ninguna otra parte en el Antiguo Testamento. 2:11 El símbolo del león era ampliamente usado por los asirios, y refleja también el trato cruel que le daban a sus víctimas. § 2:13 Literalmente, “leones jóvenes”. * 2:13 Literalmente, “quitaré tu presa de la tierra”. 2:13 Emisarios: los asirios enviaban a sus representantes a otras naciones para exigir sometimiento y tributos.