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Instrucción (Maskil) de Etán ezraíta
Las misericordias de Yavé cantaré perpetuamente.
Con mi boca proclamaré tu fidelidad.
Porque dije: La misericordia será edificada para siempre.
En los cielos estableces tu fidelidad.
 
Pacté con mi escogido.
Juré a David mi esclavo:
Estableceré tu descendencia para siempre
Y edificaré tu trono para todas tus generaciones. Selah
 
Los cielos alabarán tus maravillas, oh Yavé,
Y tu fidelidad en la congregación de los santos.
Porque, ¿quién en los cielos es comparable a Yavé?
¿Quién entre los hijos de ʼEL es como Yavé?
 
ʼEL es grandemente temido en la congregación de los santos,
Asombroso por encima de todos los que están alrededor de Él.
Oh Yavé, ʼElohim de las huestes, ¿quién como Tú, oh poderoso YA?
Tu fidelidad también te rodea.
 
Tú dominas la braveza del mar.
Cuando se levantan sus olas,
Tú las calmas.
10 Tú quebrantaste al monstruo Rahab.
Como a uno que es herido de muerte
Esparciste a tus enemigos con tu poderoso brazo.
 
11 Tuyos son los cielos.
Tuya también la tierra,
El mundo y todo lo que contiene.
Tú los fundaste.
12 Tú creaste el norte y el sur.
La montaña Tabor y la montaña Hermón se regocijan en tu Nombre.
 
13 Tienes un brazo potente.
Poderosa es tu mano.
Tu mano derecha es exaltada.
 
14 La justicia y el juicio justo son el cimiento de tu trono.
La misericordia y la verdad van delante de Ti.
 
15 Inmensamente feliz es el pueblo que conoce el clamor de júbilo.
Andarán a la luz de tu rostro, oh Yavé.
16 En tu Nombre se regocijan todo el día,
Y en justicia son exaltados.
 
17 Porque Tú eres el esplendor de su fuerza,
Y por tu buena voluntad exaltas nuestro poder.
18 Porque de Yavé es nuestro escudo,
De nuestro Rey, el Santo de Israel.
 
19 En un tiempo hablaste en visión a tus santos.
Dijiste: Di ayuda a uno que es poderoso.
Exalté a uno escogido del pueblo.
20  Hallé a David mi esclavo.
Lo ungí con mi aceite santo.
21  Mi mano estará siempre con él.
Mi brazo también lo fortalecerá.
 
22  El enemigo no lo engañará,
Ni el hijo del perverso lo afligirá.
23  Porque Yo quebrantaré a sus adversarios delante de él,
Y golpearé a los que lo aborrecen.
 
24  Mi fidelidad y mi misericordia estarán con él,
Y en mi Nombre será exaltado su poder.
25  Pondré también su mano sobre el mar,
Y su mano derecha sobre los ríos.
 
26  Él clamará a mi ʼEL: ¡Tú eres mi Padre,
Mi ʼEL y la Roca de mi salvación!
27  Yo también lo constituiré como primogénito,
El más excelso de los reyes de la tierra.
 
28  Para siempre le mantendré mi misericordia,
Y mi Pacto con él será confirmado.
29  Así estableceré su descendencia para siempre,
Y su trono como los días del cielo.
 
30  Si sus hijos abandonan mi Ley,
Y no andan en mis Ordenanzas,
31  Si profanan mis Estatutos
Y no guardan mis Mandamientos,
32  Entonces castigaré con vara su transgresión
Y con azotes su iniquidad.
 
33  Pero no retiraré de él mi misericordia,
Ni faltaré a mi fidelidad.
34  No violaré mi Pacto,
Ni alteraré lo que pronunciaron mis labios.
 
35  Una vez juré por mi santidad,
Y no mentiré a David:
36  Su descendencia será para siempre,
Y su trono como el sol delante de Mí.
37  Será establecido para siempre, como la luna,
Testigo fiel en el firmamento. Selah
 
38 Pero ahora Tú lo desechas y rechazas.
Estás lleno de ira contra tu ungido.
39 Rompiste el Pacto con tu esclavo.
Profanaste su corona hasta la tierra.
 
40 Destruiste todos sus muros.
Arruinaste sus fortalezas.
41 Todos los que pasan por el camino lo saquean.
Es objeto de reproche para sus vecinos.
 
42 Exaltaste la mano derecha de sus adversarios.
Alegraste a todos sus enemigos.
43 También embotaste el filo de su espada,
Y no lo afirmaste en la batalla.
 
44 Cesaste su esplendor
Y echaste a tierra su trono.
45 Acortaste los días de su juventud.
Lo cubriste de vergüenza. Selah
 
46 ¿Hasta cuándo, oh Yavé?
¿Te esconderás para siempre?
¿Arderá tu ira como fuego?
47 Recuerda cuál es la duración de mi vida.
¡Con qué vanidad creaste a todos los hijos de hombres!
48 ¿Cuál hombre vivirá sin sufrir muerte?
¿Puede él librar su alma del poder del Seol? Selah
 
49 Oh ʼAdonay, ¿dónde están sus primeras misericordias
Que en tu fidelidad juraste a David?
50 Acuérdate, oh ʼAdonay, del reproche a tus esclavos,
Que llevo en mi seno de muchos pueblos.
51 Porque tus enemigos, oh Yavé, deshonraron
Con lo cual reprocharon las pisadas de tu ungido.
 
52 ¡Bendito sea Yavé para siempre!
Amén y amén.