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Al director del coro, para Jedutún. Salmo de David
Solo en ʼElohim se aquieta mi alma.
De Él viene mi salvación.
Solo Él es mi Roca, mi Salvación, mi Refugio.
No seré grandemente sacudido.
 
¿Hasta cuándo atacarán a un hombre todos juntos para matarlo,
Para derribarlo como a un muro desplomado o a una cerca insegura?
Solo consultan para derribarlo de su alta posición.
Se deleitan en la falsedad.
Bendicen con su boca,
Pero maldicen en su interior. Selah
 
Solo en ʼElohim cálmate, alma mía,
Porque de Él viene mi esperanza.
Solo Él es mi Roca, mi Salvación, mi alto Refugio.
No seré sacudido.
En ʼElohim está mi salvación y mi gloria.
La Roca de mi fortaleza,
Mi Refugio está en ʼElohim.
 
Oh pueblo, confíen en Él en todo tiempo.
Derramen su corazón ante Él.
ʼElohim es nuestro Refugio. Selah
 
Los hombres de bajo grado son solo vanidad.
Y los hombres de alto rango son una mentira.
Puestos en balanza suben,
Juntos son más livianos que un soplo.
 
10 No confíen en la opresión,
Ni se envanezcan en el robo.
Si se aumentan las riquezas,
No fijen el corazón en ellas.
 
11 Una vez habló ʼElohim.
Dos veces oí esto:
Que el poder es de ʼElohim.
12 La misericordia es tuya, oh ʼAdonay,
Porque Tú pagas a cada uno según su obra.