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¡Aleluya!
¡Aleluya! Inmensamente feliz es el hombre que teme a Yavé,
Que grandemente se deleita en sus Mandamientos.
 
Sus descendientes serán poderosos en la tierra.
La generación de los rectos será bendita.
Suficiencia y riquezas hay en su casa,
Y su justicia permanece para siempre.
Luz resplandece en las tinieblas para el recto.
Es bondadoso, compasivo y justo.
Anda bien el hombre que es bondadoso y presta.
Mantendrá su causa en el juicio.
Porque él nunca será conmovido,
El justo será recordado para siempre.
No tendrá temor de malas noticias.
Su corazón está firme, confiado en Yavé.
Su corazón está sostenido.
No temerá hasta que mire desde arriba a sus adversarios.
El reparte libremente a los pobres.
Su justicia permanece para siempre.
Su poder es exaltado con honor.
 
10 Lo verá el perverso y se angustiará.
Crujirá sus dientes y se consumirá.
El deseo de los perversos perecerá.