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Escuchen ahora las palabras del Señor: ¡Levántate! presenta tu causa ante las montañas, deja que tu voz suene entre las montañas.
Escucha, oh montes, la causa del Señor, y toma nota de tus bases de la tierra; porque el Señor tiene una contienda contra su pueblo, y entablará juicio con Israel.
Oh pueblo mío, ¿qué te he hecho? ¿Cómo he sido un cansancio para ti? da respuesta en mi contra.
Porque te saqué de la tierra de Egipto y te liberé de la prisión; y envíe delante de ti a Moisés, Aarón y Miriam.
Oh pueblo mío, ten en cuenta ahora lo que fue planeado por Balac, rey de Moab, y la respuesta que Balaam, hijo de Beor, le dio; los eventos, desde Sitim hasta Gilgal, para que sepan de los actos rectos del Señor.
¿Con qué voy a venir delante del Señor e ir con la cabeza inclinada ante el Dios supremo? ¿voy a venir ante él con ofrendas quemadas, con becerros de un año?
¿Se agradará el Señor con miles de ovejas o con diez mil ríos de aceite? ¿Debo dar a mi primer hijo por mi rebelión, el fruto de mi cuerpo por el pecado de mi alma?
Él te ha dejado claro, oh hombre, lo que es bueno; y lo que el Señor desea de ti; solo haciendo lo correcto, y amando la misericordia, y caminando humildemente ante tu Dios.
La voz del Señor está clamando al pueblo; él hombre sabio teme tu nombre, escuchen, tribus y a quien ha establecido.
10 ¿Hay aún tesoros mal habidos en la casa del impío? Y medida escasa que es detestable.
11 ¿Me es posible dejar ir las escalas equivocadas y la bolsa de pesas falsas sin castigo?
12 Porque sus hombres ricos son crueles, y su gente son mentirosos y engañadores.
13 Y la tierra con sus moradores será asolada, por él fruto de sus obras.
14 Tendrás comida, pero no te saciaras; tu abatimiento estará en medio de ti: recogerás pero no conservarás, y lo que conservares, yo lo daré a la espada.
15 Pondrás semillas, pero no cosecharás; estarás triturando aceitunas, pero tus cuerpos no serán frotados con el aceite; y pisaras las uvas, pero no tendrás vino.
16 Porque has guardado las leyes de Omri y todas las obras de la familia de Acab, y has sido guiado por sus designios; para que yo pueda hacer de ti y tu pueblo una causa de espanto y burla; y la vergüenza de mi pueblo recaerá sobre ti.